Beschreibung ein-/ausblenden
Una historia de amor divertida y conmovedora sobre segundas oportunidades, reencuentros y desencuentros ... y sobre enmendar los errores del pasado.
Cuando crecía en el lado equivocado de Omaha, Shiloh sólo pensaba en escapar, en dejar todo atrás e iniciar una etapa más interesante en su vida. En aquel entonces al menos tenía a Cary: Cary la soportaba, Cary la hacía reír, aunque a los dieciséis, conduciendo la vieja camioneta de su mamá, Cary tenía las cosas peor que ella. Sólo su amistad logró que sobreviviera a la preparatoria ... pero cuando ella se fue a la universidad, él se incorporó a la Marina.
Han pasado catorce años desde entonces. Ahora Shiloh tiene treinta y tres años ... y no, nunca logró escapar; incluso ahora vive en la misma casa en la que pasó su niñez. Trabaja en el teatro, sí, pero no en el escenario, como soñaba. Y está divorciada: una mamá soltera, igual que su madre (pero sin la serie infinita de novios).
Cuando un amigo de la preparatoria la invita a su boda, lo último que Shiloh quiere es ver a sus amigos del pasado, pero compra un vestido, se pone maquillaje y se abotona una flor de terciopelo en el corazón, deseando (incluso a pesar de los nervios) encontrarse con Cary ... a quien nunca se dio cuenta de que amaba, hasta que lo dejó ir.
Eine witzige und berührende Liebesgeschichte über zweite Chancen, Wiedersehen und Herzschmerz ... und die Wiedergutmachung für vergangene Fehler.
Aufgewachsen auf der falschen Seite von Omaha, war Shilohs einziger Gedanke, auszubrechen, alles hinter sich zu lassen und eine interessantere Phase in ihrem Leben zu beginnen. Damals hatte sie wenigstens Cary: Cary ertrug sie, Cary brachte sie zum Lachen, obwohl es Cary mit sechzehn, der den alten Truck seiner Mutter fuhr, schlechter ging als ihr. Nur ihre Freundschaft brachte ihn durch die Highschool ... aber als sie aufs College ging, ging er zur Marine.
Seitdem sind vierzehn Jahre vergangen. Jetzt ist Shiloh dreiunddreißig... und nein, sie hat es nie geschafft zu fliehen; sie lebt noch immer in demselben Haus, in dem sie ihre Kindheit verbracht hat. Sie arbeitet im Theater, ja, aber nicht auf der Bühne, wie sie es sich erträumt hat. Und sie ist geschieden: eine alleinerziehende Mutter, genau wie ihre Mutter (nur ohne die endlose Reihe von Freunden).
Als ein Schulfreund sie zu seiner Hochzeit einlädt, ist das Letzte, was Shiloh will, ihre Freunde von früher zu sehen, aber sie kauft sich ein Kleid, schminkt sich und knöpft sich eine Samtblume ans Herz, weil sie sich (trotz ihrer Nerven) danach sehnt, Cary zu treffen... von dem sie nie wusste, dass sie ihn liebt, bis sie ihn gehen ließ.